Las festividades religiosas en Tamil Nadu a través del ojo de Sohrab Hura se convierten en una experiencia sugestiva donde el tiempo se suspende y la vivencia pasa a ser un trance hipnótico.
Los cuerpos ungidos por el mar son la postal de un estado volátil a punto de explotar. Filmada en la oscuridad de la noche en las costas del sur de la India, el margen entre la tierra y el agua se funden como punto de liberación más allá del cual los personajes experimentan miedo, sorpresa, ira, tristeza, confianza, anticipación, excitación, desprecio. Sobrevienen el arrebato y catarsis al lavar y desprenderse de sus máscaras.
Nota
Se disfrazan de personajes, según su rezado y, en un trance de adoración, van al mar para lavarse su máscara, como si limpiaran pecados. Espero que mi trabajo pueda experimentarse como un árbol; un tronco que se ramifica en obras diferentes. Las pequeñas ramas sostienen las hojas con diferentes formas: libros, películas o cualquier otra cosa que haga con las imágenes. Cada una, por diferente que sea, está conectada a una rama mayor y a las demás por un único tronco. Confío que las raíces sean profundas.