En la ciudad de Río Grande el paisaje se hace inhóspito. Una cámara fija observa pacientemente, entre personas y maquinarias, una práctica poco convencional que forma parte de la cultura nómade del lugar y que proviene de la isla de Chiloé. La similitud de la acción concreta que se establece como rasgo dominante y que hace avanzar el relato obliga a que comencemos a preguntarnos por el sentido de ese fenómeno que tiene tanto de extrañeza como de mundano a la vez.
Nota
Mi vida transcurre entre mi lugar de nacimiento y la Isla de Tierra del Fuego, donde se desarrolla mi obra. La isla es para mí una especie de laboratorio. Me siento involucrada en un proceso sin fin, con la sensación permanente de que hay algo por descubrir, algún tipo de información. No me interesa el paisaje en sí, sino las preguntas que surgen a partir de la observación del mismo. Me interesa explorar la relación del hombre consigo mismo a partir de su vínculo con el entorno. Estoy convencida de que la vida y el Arte están atravesados por las mismas cosas y desde ese lugar abordo mi trabajo.