Hace unos meses Andrea estuvo hospitalizada. Junto a varios amigos Fernando empezó a enviarle audios desde el exterior, párrafos de libros que pudieran acortar esa lejanía. Ahora, invirtiendo los roles, ambos reconstruyen esas mismas palabras con la cámara pero bajo la misma premisa: una voz, un lugar de la ciudad, una lectura corta. Rodado en distintos lugares de Madrid, Yo siempre puedo dormir pero hoy no puedo explora la relación entre la palabra escrita y la oral, trazando un recorrido geográfico y literario por las múltiples formas en las que se presenta la literatura.
Nota
Trazos de un libro, retales de muchas literaturas, notas de apariencia desordenada. En diversas partes de Madrid, la lectura salteada de un misterioso diario sacude los sentimientos a través de sus palabras. Planos y páginas que respiran un fresco canto al dolor de vivir, tan rasgado, surreal, triste y feliz como la misma existencia. (Reseña de Miquel Martí Freixas, DocumentaMadrid)