Todo lo que brilla ve

El largo viaje de las piedras utilizadas en la construcción de un monumento porteño, y los avatares que estas sufren en su recorrido, son el punto de vista desde el cual se observa el patrimonio de Buenos Aires. Si somos los humanos los destinatarios predilectos de las esculturas, ¿cómo podemos dialogar con ellas? ¿De qué manera su materia se manifiesta? Las esculturas tienen secretos que a diferencia de los secretos de las cuevas o las montañas, están dirigidos específicamente al hombre.
Nota
A lo largo de la historia, el debate por mantener o derribar ciertas representaciones escultóricas, se ha vuelto un tema predilecto para analizar las disputas de poder en diferentes sociedades. Pero es a la luz de los nuevos estudios filosóficos sobre posthumanismo que me interesa pensar a las representaciones: desde su materialidad y agencia en el mundo. ¿Qué tipo de vida tienen las esculturas? El mármol, el granito, el bronce; ¿son materiales que siguen actuando conforme el paso del tiempo? y de ser así, ¿qué tipo de acción tienen? Observar los monumentos en la ciudad es una forma de diálogo con nuestro pasado más remoto. Y son las mismas piedras que a lo largo del siglo porteño, dejan impresa su huella en la memoria.
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