Charles, un francés, vende su cámara doméstica. Ignacio, director de cine argentino de viaje por Francia, compra su cámara. Al abrirla, descubre que han quedado los videos de Charles y en ellos una posible película de aventuras excepcionales alrededor del mundo. Ignacio y Charles comienzan una relación epistolar en cuyas cartas Charles, acaso sin darse cuenta, irá escribiendo el guión del film que esas imágenes representan; una película sobre las relaciones sentimentales, los viajes infinitos, los conflictos bélicos siempre lejos de casa, la soledad y la compañía de los seres más queridos.
Nota
Compré una cámara y encontré una película dentro de ella. Tuve la sensación de que la película me había elegido a mí, que los videos eran el material de la película y las cartas de Charles eran el guión. Me pareció muy extraño que alguien grabara tanto a sus perros, a sus familiares y lo que parecía ser un largo viaje por África, y que ni siquiera se molestara en borrar el material de la cámara. Al principio, pensé que esta persona había dejado los videos allí a propósito, con la esperanza de que alguien los encontrara y los utilizara.