Marcelo ha dedicado su vida a la enseñanza de filosofía en la Universidad de Buenos Aires. Cuando el Profesor Caselli, su mentor, muere inesperadamente, Marcelo asume que heredará la posición de titular de Cátedra que ha quedado vacante. Lo que no imagina es que Rafael Sujarchuk, un carismático y seductor colega, regresará de su pedestal en las universidades europeas para disputar esa misma Cátedra. Los torpes esfuerzos de Marcelo por demostrar que es el mejor candidato desencadenarán un duelo filosófico, mientras su vida y el país entran en un espiral de caos.
Puan se presenta como una singular una comedia filosófica que se anima a poner en cuestión la identidad y tradiciones del pensamiento así como nuestro presente como país.
Nota
Lo cómico emerge en Puan de manera natural, desde el contrapunto entre lo solemne y lo mundano, lo sagrado y lo profano. Escribimos y filmamos en busca de la risa, pero de forma muy seria, imaginando esta película como una experiencia compleja y dinámica, donde la audiencia sea sometida a una hilaridad cuasi-chaplinesca y a la vez pueda preguntarse por el sentido de su existencia, por su identidad, por el futuro. En Puan, todos los personajes enfrentan un mundo sin certezas, donde nada es lo que era. Marcelo es invitado a reinventarse, a abandonar las viejas estructuras, y a la vez a volver a cierto origen. Eso que resiste, esa suerte de revelación que tanto Marcelo como la audiencia deben atravesar, es la relevancia de la transmisión. De todo aquello que nos es dado para que podamos ser sujetos, seres pensantes, para que exista una cultura y una Historia.