I Don’t Feel At Home Anywhere Anymore
Una tragicómica descripción de un deseado viaje de regreso a Beijing de una estudiante de arte que ha estado viviendo en el extranjero durante diez años. La estadía con su familia expone con escenas sutiles pero sin piedad el vacío en información política, el desarraigo, el proceso doloroso que implica la pérdida de las raíces en la vida de una emigrante
Nota
Hay cincuenta millones de chinos en el extranjero ahora mismo. En 2018, alrededor de 700,000 se fueron de China para seguir con sus estudios. La decisión de vivir y acomodarse afuera es considerada una extensión orgullosa de la vida de uno en la sociedad china. Sin embargo, como una de los tantos, siento profundamente la dificultad de vivir en diáspora para un chino. Nuestra cultura fuerte y única nos lleva a la mezcla con otras. Luego de acomodarme a una vida extranjera, volver a casa siempre ha sido un proceso extraño y pesado, especialmente como una artista, una mujer soltera de treinta años. Con el gran desarrollo de China, últimamente la mayoría decide volver. Al mismo tiempo, muchos más tienen dinero y pueden irse, ¿pero la decisión vale la dificultad o simplemente una parte linda del CV? ¿La presión de la sociedad china sobre los individuos es igual en otras culturas? Espero divulgar una discusión a través de un liviano y honesto viaje sobre mí misma.