Pablo y Florencia trabajan en la peatonal Florida, epicentro económico y turístico de la Ciudad de Buenos Aires. Las dificultades económicas y la perspectiva de un viaje dificultan su convivencia. Pablo, para sobrevivir, empieza a vender dólares de manera clandestina en la peatonal. Aprovechando la volatilidad del valor del dólar, diseñan un mecanismo para sacar mayor ganancia, y así hacer un dinero que les permita vivir mejor. Ante la inminencia de una corrida cambiaria, tratará de aprovechar la inestabilidad económica para dar el golpe que lo salvará de una vez por todas.
Nota
Cambio cambio surge de caminar mucho tiempo por el microcentro porteño, un lugar donde confluyen turistas, casas de cambio, oficinas, bancos, en fin, toda la rosca característica. En los ojos de todxs lxs transeúntes puedo ver el sueño de “salvarse”, en una economía que te detona. Ese mundo, propio de economistas y gente entendida, se presenta inentendible, pero los personajes de Cambio cambio lo vuelven un espacio de acción concreta, con cierto desparpajo y sentido comunitario.