Mohammad es un refugiado sirio que trabaja bajo explotación como operador de grúa en una obra de construcción en Beirut. Una mañana, se ofrece como voluntario para subir a una de las grúas más altas y peligrosas del Líbano, sustituyendo a un colega que murió en un accidente. Lejos de los ojos de todos, a decenas de metros por encima de la ciudad, puede vivir su pasión secreta con libertad. Su esencia más profunda se abre paso de forma espectacular.