Preludio al trance, invocación de los dioses, consagración de la intermitencia: cuerpos danzantes en un éxtasis corporal agitado. Nuestro punto de vista centellea bajo el embrujo de cosas reunidas, caídas, dóciles, pluviales. Es el encuentro pretérito del viento mesoamericano, el aliento de los dioses, lluvias de palos y maderas percutidas. El diagrama audiovisual que nos guía, el soplo cinético que nos arrebata, es el sonido y temblor del Teponaztli, instrumento de percusión mesoamericano. Abramos nuestros sentidos a un serialismo cinético y audiovisual desde las brasas de la Tierra.