El mal de los ardientes
En el tercer cortometraje de Alice Brygo, un cruce inquietante entre documental y animación digital, la cámara deambula con elegancia entre decenas de cuerpos hipnotizados y susurrantes. Una multitud atónita se enfrenta a un incendio en la noche vacía. La amenaza no tiene nombre, se extiende una angustia difusa. Las miradas se concentran en un punto fijo. Es necesario conjurar el miedo, convertir el fuego en señal. ¿Qué es eso que alumbra a la distancia? ¿Qué pensamos mientras vivimos en tiempo presente un acontecimiento que sabemos extraordinario?