Fernando Martín Peña, coleccionista voraz desde su infancia, personaje central de la cinefilia argentina, Peña recolecta lo que otros tiran o abandonan y lo guarda en su casa, casi el único refugio posible para ese material: pese a décadas de luchas y reclamos, Argentina no posee institución oficial que se encargue de la conservación de su cine. La Vida a Oscuras es una aproximación a su figura. Es también una película sobre el cine, sobre un movimiento trascendental en su historia, sobre sus espacios y sus rituales, sobre la fascinación que nos produce esa luz proyectada, sentados junto a un grupo de desconocidos, en una sala a oscuras.