A ocho años de haber sido violada en una playa cercana a Santiago, una joven cineasta crea con decenas de video-diarios un caleidoscopio, en el que aparecen las heridas del abuso, los re-victimizantes procesos judiciales y la amistad que la acompaña. De este viaje se desprende la pregunta. ¿Qué es en realidad una violación y cuándo termina?
Para la directora Carolina Moscoso grabar lo cotidiano fue siempre una forma de relacionarse con el mundo. Después de esa terrible noche, todo cambió, aunque el registro continuó como una forma de asimilar lo traumático. Al revisitar estas imágenes surge un diálogo entre la luz y la oscuridad, mientras permanece la extrañeza ante el mundo.