A Imagen y Semejanza explora la necesidad humana de la conservación, tomando como eje protagonista el colmillo de marfil de un elefante. Filmada en diferentes parques nacionales, institutos de preservación, museos de historia natural, de arte y laboratorios de Arqueología, entre otros. Como si fuera la lente de un microscopio que logra ver aquello que escapa al ojo humano, la película es minuciosa, atravesada por imágenes de objetos y herramientas manuales y tecnológicas. Mientras, de fondo se oyen conversaciones cotidianas y de trabajo, mezcladas con músicas de diversa índole y sonidos provenientes de la naturaleza, advirtiendo un oficio artesanal y una paciente dedicación.