Toronto, 1899. El joven William Lyon Mackenzie King se presenta para el cargo de primer ministro. Esta biografía fantástica, satírica y anárquica explora las tribulaciones del joven político, que se convertirá en un veterano primer ministro de Canadá. Conflictos edípicos, una obsesión con los zapatos gastados, terapias anti-masturbatorias y dudas en el amor entre un soldado británico y una enfermera hacen difícil para Mackenzie King seguir su vocación. Filmado en 16mm y Super 8, con influencia de Guy Maddin en la forma, John Waters en el humor, y alusiones al constructivismo soviético y expresionismo alemán, estamos ante un biopic libre y poco convencional en el que Matthew Rankin sabe claramente que elegir entre la verdad y la leyenda.