En un dormitorio, encaramado al borde de una cama deshecha, un hombre mira la nieve cayendo a través de una ventana. Un mirlo se posa en el alféizar de la ventana y comienza a improvisar una melodía. El hombre comienza a cantar y la encantadora escena se resignifica. La cancioncilla escalofriante e inconexa describe dulcemente lo abominable. Diego Marcon, director de Monelle (14° FestiFreak), construye otra genialidad perturbadora, The Parent’s Room es una película de terror que, bajo la felicidad doméstica, revela la verdad que perturba a cualquier nucleo familiar: el asesinato.