Un artista callejero trabaja en un parque de diversiones como Stump the Guesser, y se presenta como alguien que puede adivinar cualquier cosa a cambio de algo de dinero. Un día, sus trucos dejan de funcionar repentinamente y como si fuera poco, se enamora de su hermana, a quien creía perdida. Desesperado, se embarca en una disparatada búsqueda para refutar científicamente la teoría de la herencia y casarse con su amada tan pronto como sea posible. Una película muda en blanco y negro, con la impronta de Guy Maddin y los Johnson, que estalla ante nuestros ojos como un absurdo fuego artificial.