Una casa se ve envuelta por el silencio de la noche. Crecen largas sombras, acentuadas por las chispas que aleatoriamente surgen de una lámpara de kerosene. Para la pequeña Stesha, la oscuridad se vuelve un camino hacia otro mundo, que es tanto aterrador como fascinante. Fragmentos de recuerdos imprecisos, voces y destellos de luz, así son las sensaciones intermitentes de la niñez, que se quedan en nosotros por siempre. ¿Qué sucede detrás de los párpados de una niña, y qué es lo que cautiva el corazón de una madre mientras observa a su hija dormir? Un deslumbrante fresco en miniatura, con logrados trazos lumínicos magistrales.