zona liberada 35mm

Sangre en la carretera

Persiguiendo a Hitchcock

Por Bruno Androvetto

Después de explorar delirantemente las fantasías sexuales más comunes del hombre en Fantasm (1976) y de alucinar con un asesino en serie que mata desde una cama de hospital pese a estar en coma (Patrick, 1978), el australiano Richard Franklin se aboca a un ejercicio de estilo más profundo y contundente con Roadgames, en la que un camionero comienza a perseguir a un supuesto asesino por el desierto australiano. Dicho así, uno creería que, roles al margen, estamos ante una especie de Duel australiana. En realidad, se parece más a La ventana indiscreta, pero con la cabina del camión en reemplazo de la habitación que otrora ocupase James Stewart y con una Jamie Lee Curtis menos pasiva en lugar de la circunstancial Grace Kelly.

Como Hitchcock, Franklin utiliza el montaje a favor de una construcción paranoide (espejos, vidrios, reflejos, voces internas, pensamientos, la radio, etc.) que se las arregla para mantener vivo el suspenso sin que la trama, en tanto suma de información, nos vaya acercando a “la verdad”. Y, como Hitchcock, Franklin se divierte. 

Por eso, Roadgames no se vale solamente del suspense para sostener su narrativa, sino que gana fluidez a fuerza de vincular a los personajes con su propio pasado (esbozado con sutileza, pero con suficiente peso como para que importe) y, de alguna manera, con el paisaje. Quiero decir que, como cierta tradición australiana, la película le da al paisaje un papel preponderante. Esas rutas que parecen extenderse hasta la eternidad, ese sol que pega en todo lo ancho de la tierra y ese desierto que irrita los ojos a través de la pantalla están ahí para alimentar la dimensión palpable de la película. Para darle carne, para agregarle ritmo, para que se sienta viva. Y para que sus personajes, aunque aislados, formen parte del mismo universo.

Hay, también, algo de “el hombre y su trabajo” en este tipo de cine que no nos permite separar al personaje de la forma en que se gana la vida. Dicho políticamente: nada nos ofrece la tranquilidad de aislar al sujeto de su condición de proletario. El hombre y su oficio son uno y el personaje se nutre más de eso que de sus circunstancias. Por más que al comienzo de la película y más tarde tambiénQuid (Stacey Keach) se preocupe por marcar la diferencia (“Soy un hombre que maneja un camión, no un camionero”), su forma de comportarse está sujeta a un oficio que conoce al derecho y al revés. Y por más que John Wayne corra por su sangre, camionero se queda. En eso la película se detiene desde los diálogos hasta la edición, mostrando siempre brevemente, pero con detalle, los menesteres de su trabajo. Esta decisión, que enriquece el paisaje consiguiendo intimidad en la inmensidad, se transforma de alguna manera en el ritmo narrativo de la película. Así las cosas: huir de un lugar es poner el camión a punto y tomarse el tiempo necesario; llegar de un lugar a otro es recorrer el camino que los separa; poder ver lo que sucede en otro vehículo implica acercarse, maniobrar y estirar el cogote. Por todo esto, el manejo del género que hace Franklin que le valdría, al año siguiente, el llamado de Hollywood para comandar Psycho II tiende a un uso pausado de sus recursos en pos de una película más global, capaz de admitir lecturas sociales, políticas, cinéfilas y casuales que se alejan de cualquier solemnidad explícita: sus personajes operan desde la tensión de existir en un mismo mapa, pero el señalamiento se diluye justo antes de que la soga se corte.

Aunque se haya filmado y estrenado en 1981 y aunque actúe Jamie Lee Curtis, Roadgames es una película de los 70. Se puede ver en el grano fotográfico de su edición en blu-ray y podrán apreciarlo con mayor autenticidad en su proyección en 35mm y también en lo crepuscular de sus personajes. El horizonte de este John Wayne venido a menos no es la salvación de sí mismo ni de los otros: es la acción producto de la inacción, la forma que tiene el cuerpo de rechazar lo insustancial. 

VIERNES 28 de octubre 19:00 hs.

Título original
Director/a:
AÑO:
País
Duración:
Formato:

Road Games

Richard Franklin

1981

Australia

101′

35 mm.