Olores son los sonidos y las imágenes de la infancia de alguien que se siente más cerca de los cuchillos y trapos manchados de sangre que de la pureza con la que se suele concebir la infancia al imaginar a los niños jugar entre ellos. Pero hablar de su niñez no es solo hablar de la sangre, sino también de su madre y los olores de su carne.