En los ejércitos, la realidad virtual prepara a los soldados para sus futuras batallas y los trata en la recuperación de los trastornos de estrés postraumático al volver. Cyril solía diseñar entornos naturales para videojuegos militares. Luego se fue a luchar y como la mayoría de sus compañeros, regresó traumatizado. Su relato narrado se enfrenta al regreso a la vida civil, su relación con los juegos y a la pérdida de identidad. Mientras que el veterano desempeña su propio papel, manipulando las armas y el mouse, los uniformes y los visores de realidad virtual. El héroe de esta historia ha creado su propio paisaje digital, una isla utópica, donde decenas de compañeros terminan viviendo como él, exiliados dentro de sí mismos.