Ucrania oriental en un futuro cercano, «un año después del fin de la guerra». Un desierto no apto para ser habitado por humanos en medio de una catástrofe ecológica. Sergey, un ex soldado que sufre de trastorno de estrés postraumático, tiene problemas para adaptarse a su nueva realidad: una vida hecha pedazos, una tierra en ruinas. Cuando la fundidora en la que trabaja finalmente se cierra, encuentra una inesperada manera de sobrellevarlo uniéndose como voluntario a la misión Tulipanes Negros, dedicada a exhumar cuerpos de la guerra. Trabajando junto con la antropóloga Katya, comprende que quizás un mejor futuro es posible. Visualmente apabullante y oscuramente bella, Atlantis es una distopía que encuentra la armonía entre angustia, esperanza y placer visual.