Tras el hallazgo de dos animales en el río surgen leyendas y recuerdos sobre la infancia en el rural gallego de los años 60. Un petirrojo y un ratón se nos presentan, mientras el día evoluciona de la noche a la mañana. La forma de sanear los recuerdos de una época llena de oscuridad, haciendo un homenaje a la naturaleza y a todas sus contradicciones, sitúan a nuestros protagonistas en conectores temporales. Un viaje entre lo popular y lo surrealista que discurre a través de vivencias reales de la madre de la directora y nos lleva a reflexionar sobre el ideario místico y la muerte como tema tabú.