Martín es invitado por Werner, un pariente lejano al que apenas conoce, a pasar unos días en su casa de Hamburgo. Martín accede y decide llevar su cámara pero, cuando llega a Hamburgo, Werner no está. De repente, Martín se encuentra solo en una ciudad desconocida y con una cámara en la mano. Lo que aparenta ser un video diario de viajes toma una dirección distinta de misterio e intriga sobre la identidad de su anfitrión.