En la década del ´80, la madre de la cineasta descubre una transcripción original de un juicio por brujería en el archivo de una propiedad familiar en el suroeste de Alemania. El juicio se llevó a cabo en el mismo lugar, en 1717. Plant (879 pages, 33 days) desarrolla una conversación entre madre e hija que alterna entre el recuerdo de hechos históricos y las conexiones personales y ancestrales con el lugar. Las imágenes de las audiencias del juicio y sus protagonistas son sustituidas, desde un montaje virtuoso, por fotografías, recortes, impresiones: superficies volátiles, convocadas, desplazadas sobre la que circula y revive la transmisión intergeneracional y los depósitos invisibles del pasado.