Demostrando una calmada fuerza, Lata, una trabajadora doméstica que se abre camino en un hogar de clase alta en el sur de Bombay. Las puertas se abren y cierran constantemente, dando a Lata un acceso selectivo a las diversas realidades contrapuestas que ocupan el espacio, delimitando los mundos. La mirada es íntima y cotidiana, refleja la monotonía y rutinas con centro en la clase baja y su invisibilidad; el tiempo como privilegio.